Lora Grigorova
Una experiencia surreal de Día de Muertos
La muerteada de San Agustín Etla, un pintoresco pueblito que queda ubicado a unos 40 min. de la ciudad de Oaxaca, es una de las tradiciones más fuertes del Día de Muertos en México.
En esta región, los habitantes del pueblo preparan sus trajes para la noche del 1 de noviembre con muchos meses de antelación. El traje más típico es el de espejos y cascabeles cuyo peso es enorme. Los portadores de los trajes de espejos tienen la obligación de aguantar bailando con el traje toda la noche, hasta el amanecer del 2 de noviembre. Según la tradición, los espejos asustan a las brujas y el sonido de los cascabeles guían a los espíritus en las oscuridad de la noche del año que les toca regresar a visitar a sus seres queridos en la tierra.
Otras figuras importantes en la fiesta son el “muerto”, el “viejo”, el “sacerdote”, la “viuda” y el “diablo” y todos ellos son hombres. Los acompaña una banda de música que sigue al grupo de casa en casa en el pueblo. Los anfitriones de cada casa invitan a los integrantes de la muerteada a entrar y ofrecen algo para comer o un trago de mezcal para que aguanten en la noche. La fiesta termina en el cimo del monte con el amanecer.
Se trata de una experiencia que uno tiene que vivir. Es algo completamente surrealista que desafortunadamente se ha perdido en la ciudad y que ya es cada vez menos común de ver. Para llegar san Agustín Etla lo mejor es unirse con ciudadanos de Oaxaca que vayan a la muerteada, ya que no hay un transporte en la noche y es difícil de acceder al pueblo; o bien, otra opción es ir en taxi.
Leer más
+2