Tienen comida típica asturiana. La comida es muy buena, a mí me gusto mucho. Los platos no son escasos por lo que te llenarás seguro, no es uno de esos sitios donde pagas y no comes nada. Te pones las botas y además todo muy rico.
A mí me lo recomendó una amiga asturiana y la verdad que me gustó mucho. La comida a mí me pareció riquísima y el trato muy agradable, que es algo que siempre me gusta.
Las increíbles tapas que sirve Fina, la dueña, por pedir una simple bebida son increíbles, tanto por la calidad (lo cocina prácticamente todo ella), como por la cantidad.
Lo recomiendo por el menú de diario. Muy buen precio para lo que sirven, tanto en calidad como en cantidad y variedad. a veces hay que esperar un poco para que te den la mesa, pero luego atienden rápido sin agobiar mucho.
