La Llesca

Se trata de un restaurante de trato familiar muy bien decorado. Esta un poquito escondido y sólo abren fines de semana. La comida es tradicional y casi todo es casero y muy fresco. El precio es mucho más que razonable y el trato es muy cercano y siempre intentan que te sientas a gusto y sobre todo que disfrutes de la comida. Postres caseros como los que se hacía antaño buenísimos !!

Íbamos desde hace años. Desde que la pareja que llevaba el negocio se separó y el hombre no está ha empeorado. El pica-pica la Llesca nos llegó recalentado (las empanadillas el interior frío, las croquetas pésimas,...). Antes realmente era buenísimo.

Pedimos una butifarra y el sabor no estaba mal... Pro la cantidad ridícula para ser un plato de 9,50€.

El vino de la casa (6,50) antes era más económico y bueno... Ahora mas vale que este bien bien frío...