Mi primera toma de contacto con la...
Mi primera toma de contacto con la “injera” se produjo en un buen restaurante de Adis el primer día de mi llegada a Etiopía y me temo que cometí el mismo error que muchos de los viajeros que visitan el país y no se han informado previamente de sus costumbres, alimentos típicos y demás cuestiones fundamentales.
Confieso que tuve que preguntar a Sami (el que iba a ser nuestro guía, traductor y a la postre amigo durante toda nuestra estancia en Etíopia) qué demonios era esa especie de servilleta que nos había puesto en el plato….El bueno de Sami no pudo reprimir una sonora carcajada y pacientemente me explico que se trataba ni más ni menos de la Injera, el plato tradicional etíope y que no había sido el primero en preguntarlo. Al menos, me dijo, no la has utilizado para limpiarte las manos como han hecho otros turistas…¡Que alivio pensé! (Menudo ridículo hubiese hecho).
Su apariencia de fina torta esponjosa y su particular coloración confunden al más pintado y hasta que la pruebas no te das cuenta del delicioso manjar que tienes ante tus ojos.
De sabor levemente amargo y un tanto avinagrado, la injera se fabrica artesanalmente con harina fermentada de teff y su elaboración suele durar de dos a tres días. Una vez que el cereal (teff) ha fermentado se cuece en una plancha de hierro o cerámica, una especie de gran sartén de forma redondeada, llamada “mogogo”. Mediante acompasados movimientos circulares se obtiene una masa de suave consistencia.
La injera sirve de base, físicamente hablando, a guisos diversos como el doro wat (pollo con salsa), el misr wat (puré espeso de lentejas) o el shiro wat (puré espeso de garbanzos similar al humus), también se puede acompañar con carne cruda (exquisito manjar) y diversas salsas que oscilan entre un sabor muy picante, tremendamente picante e insoportablemente picante (este último produce dependencia, os lo aseguro).
Confieso que en poco menos de un mes me convertí en un apasionado de la injera con carne cruda y salsas picantes.
Para degustar la injera correctamente debes arrancar una porción con la mano derecha, envolver a continuación la carne, el pollo o el alimento que haya servido sobre la misma, mezclarlo con la salsa que prefieras y degustarlo con tranquilidad.
Es recomendable tener siempre a tu lado una buena botella de tej (una especie de licor de miel de delicioso sabor)
Buen provecho…..


