Estuve en La Garganta de los Infiernos...
Estuve en La Garganta de los Infiernos durante la floración del cerezo en año pasado. Ha sido uno de los lugares más bonitos de España que he visitado.
La Garganta de los Infiernos atribuye gran parte de su fama al paraje de Los Pilones, zona en la que abundan los saltos de agua y cacadas y donde encontramos grandes pozas labradas en la roca por la erosión del cauce.
Junto a los cauces de agua encontramos formaciones boscosas compuestas por alisos, fresnos y sauces. Además transitaremos por extensiones de bosque caducifolio.
Para iniciar nuestra visita a La Garganta de los Infiernos nos dirigimos en primer lugar al Centro de Interpretación de la Naturaleza ubicado en la N-110, entre los pueblos de Cabezuela del Valle y Jerte, en un paraje llamado Los Arenales, y tomaremos la dirección del camping por la que cruzaremos el río poco antes de llegar al aparcamiento del Centro de Interpretación.
Allí nos informaron de las diferentes rutas que podíamos hacer dentro de la Reserva Natural y nosotros nos inclinamos por La Subida a Los Pilones. Hay dos sendas, una que parte del Centro de Interpretación y otra que parte del pueblo de Jerte.
Nosotros nos inclinamos por la que parte de Jerte. Una vez en el pueblo, hay que cruzar el río y seguir por la orilla. En seguida encuentras un panel informativo con la duración, la dificultad y los kilómetros de la ruta. Es una ruta fácil, de 2 horas de duración.
Al principio el camino discurre entre fincas dedicacadas al cultivo de la cereza y establos. Una vez el pueblo se termina comienzas a transitar por un sendero que discurre a la sombra de árboles que nos permiten ver el manto blanco que cubre el valle.
Tras más o menos 3km llegamos a la unión del sendero con el camino que viene del Centro de Interpretación. Subimos una loma por un camino apto para todoterrenos y luego la ruta se desvía a la derecha. Podemos ver entonces la ladera de la umbría, con el espectacular Chorrero de la Virgen. La pista sigue su descenso hasta llegar al paraje de Los Pilones. Atravesando una pasarela sobre la garganta podemos recorrer el camino acondicionado para contemplar este tramo y, si el tiempo lo permite, se puede tomar un relajante baño.
En pleno mes de marzo, aunque se podía ir en manga corta porque apretaba el sol, el agua estaba demasiado fría como para atreverse a darse un baño.
Al final nos llevó 1h 30' llegar a Los Pilones, pero nos gustó muchísimo la ruta y mereció la pena llegar y ver el espectáculo del agua.
Para ser la Fiesta del Cerezo en flor no había demasiada gente, aunque tengo que decir que en el tramo alternativo que nosotros hicimos desde Jerte, no había casi nadie, lo hicimos tranquilos y a nuestro aire. Una vez que cogimos el camino conjunto, el que sube desde el Centro de Interpretación, encontramos ya muchos visitantes como nosotros.
Espero os sirva mi experiencia y de verdad que recomiendo realizar esta ruta a cualquiera que visite el Valle del Jerte. Es una ruta fácil, apta para todos. La gente iba con los niños y se lo estaban pasando genial.


