La Fortaleza es un pueblecito dentro de...
La Fortaleza es un pueblecito dentro de la ciudad portuguesa de Valença do Minho, ubicado en el interior de una fortaleza tipo Vaubán del siglo XVII. Es el primer pueblo de Portugal que encontramos nada más atravesar el puente sobre el Miño, justamente enfrente de nuestra gallega Tui. Está perfectamente señalizado con carteles cómo llegar a la fortaleza, ubicada en la zona alta de la ciudad.
El castillo como tal está construido en piedra, del que se conservan 4 puertas de acceso y 12 baluartes. Hay semáforos para regular el acceso al interior en coche, pues las puertas son estrechas y sólo hay espacio para un un coche. Se suelen formar largas colas, especialmente los fines de semana, así que, aunque dentro hay zonas de aparcamiento (de pago), lo mejor es subir en coche, pero aparcar fuera de la muralla. Una vez en el interior, todas las calles son empedradas y estrechitas, y como era un pueblo, cuenta con iglesias, tiendas, casas de viviendas y señoriales, plazas, restaurantes, edificio consistorial, etc.
Pero el principal atractivo turístico de La Fortaleza es las multitud de tiendas que hay, muy visitadas por turistas (sobre todo españoles al estar tan cerca de la frontera). Es el típico sitio donde puedes comprar sábanas, toallas, edredones, alfombras, etc. También hay ropa (cazadoras, camisetas, pijamas... Y alguna imitación de ropa de marca), algo de mobiliario, antigüedades y perfumería.
Hay verdaderas avalanchas de gente comprando y paseando por La Fortaleza (incluso flotas de autobuses), como si lo regalaran, pero yo las veces que he estado, no he comprado nada. En mi opinión los precios no son tales gangas.
En cuanto a la comida, hay varios restaurantes, pero de calidad pésima y caros para lo que se come, así que os recomiendo que bajéis a comer al pueblo moderno una vez conocida La Fortaleza.
Es un lugar muy chulo, digno de ser visitado, pero más por el recinto y el pueblito en sí que por las tiendas. Es una pena que no pueda verse bien el pueblo y sus edificios, ocultos en la mayoría de ocasiones por tendales de toallas, mantas y perchas de ropa.