Homenaje del pueblo belga
La colina Mardasson es un lugar casi de culto, ya no solo para los amantes de la historia o los nostálgicos de las grandes batallas sino para todo el mundo ya que aquí podemos comprender que la guerra no es la solución a nada.
En Mardasson se sitúa el museo de la guerra, el impresionante monumento dedicado a las tropas americanas que defirieron la plaza de Bastogne durante el duro invierno del 44, así como una cripta realizada por el artista Fernando Léger.
Un imprescindible en cualquier visita a Bélgica. El memorial es una gigantesca estrella de cinco puntas donde en letras de oro se escribe la historia de la Batalla de las Ardenas. Se accede a través de un silencioso paseo, aquí todo conmueve, nadie habla, solo puedes callado ya que la emoción embarga cada pequeño rincón.
Lo mejor, subir las escaleras de caracol que hay en el memorial y observar desde lo alto los lugares donde aconteció este duro episodio de la Segunda guerra Mundial. Bastogne supuso mucho para la historia de europa, no te lo pierdas!


