La Casa de Los Arquillos

Estuve muy a gusto, en la Casa de los Arquillos, no sólo porque es como estar en una pequeña casa (sólo tiene 8 habitaciones) si no porque además, está situado pegado a Plaza de España, en un edificio histórico, que si bien es encantador, tiene el problema de que no puede modificarse y no se puede añadir un ascensor. Por lo demás, está diseñado para ser un lugar de relax, siguiendo el concepto de hotel boutique, con cada habitación diseñada por un artista.

Yo estuve en una de las habitaciones superiores, abuhardillada, muy cómoda y agradable. El desayuno es correcto, hay wifi gratis y

En nuestro último viaje por España, mi marido, mi hija más pequeña de 12 años y yo, fuimos a Vitoria al Hostal la Casa de Los Arquillos, cuando llegamos vimos que no había elevador ni siquiera montacargas pero la Srta. Rezzu que nos atendió fué tan encantadora que no dudamos en dejar nuestras cosas en la entrada y subir hasta el primer piso hasta la Recepción y luego al 2º para ver la habitación, mi hija y yo nos enamoramos del lugar, y a pesar de las protestas de mi marido que no había elevador y que no nos iba ayudar a subir las maletas, (las mujeres siempres llevamos muchas cosas) no nos importo y subimos a "pulso" las maletas hasta dejarlas en nuestra habitación pero valió el esfuerzo, fué un lugar mágico como estar en la Edad Media y desde el techo a través del tragaluz se podía ver la cúpula de la iglesia con su reloj y escuchar las campanadas a cada hora, fue maravilloso y lo quisiera repetir.

Necesitaba salir de mi entorno ya que había tenido unos días intensos de trabajo, además de relación con muchas personas, por lo que quería ir a un sitio distinto para desconectar, pero con un mínimo de condiciones. Lo encontré en la Casa de los Arquillos. Un edificio medieval, con todas las comodidades necesarias, sin lujos excesivos pero con mucha calidad en los servicios que ofrece.
Mi estancia en la Casa de los Arquillos satisfizo todas mis expectativas. Su ubicación en la parte medieval de la ciudad, me permitió poder hacer todas las visitas culturales que me interesaban. Su cercanía a la estación de trenes (medio de transporte con el que me desplazé) me facilitó su acceso.

Los días de mucho, mucho frio agradezco estar en un lugar céntrico, donde la decoración del alojamiento es realmente con encanto, y donde con un buen calor interior disfruto de unas buenas vistas.
Este alojamiento lo tiene todo, está ubicado en un lugar céntrico, con unas maravillosas vistas, y donde puedes animarte a bajar a la calle ( compras, restaurantes, actividades de ocio...) porque sabes que no te va a dar pereza volver a casa...

La ubicación PERFECTA; las habitaciones preciosas, limpias, cómodas y bien decoradas; el salón y zona de desayuno geniales!!! Y como broche de oro, una atención espectacular: hemos seguido fielmente todas las recomendaciones para comer y cenar que nos han hecho y no sólo no nos arrepentimos sino que nos alegramos muchísimo de haberlo hecho!

Estuvimos solo una noche pero el lugar merece la pena, no sólo por su céntrica ubicación sino sobretodo por ser un lugar muy bien rehabilitado y muy cómodo. La amabilidad de las personas que lo dirigen, su atención a la hora de recomendar tanto lugares para visitar, como para comer o tomar una copa hacen de esa "casa de huéspedes" un lugar totalmente recomendable para quien pase unos días en esa bella ciudad.