Mondarse
La Candela
Comimos como otras cuantas veces en este restaurante con trato familiar y decoración rustica, como de casa antigua.
Como siempre unos platos deliciosos, ingredientes tradicionales pero con recetas novedosas, que sorprenden a la vista y al paladar. Las raciones abundantes, que satisfacen a los de buen comer
Los niños comieron un menú a su medida, pudiendo elegir también a su gusto.
Al marcharnos un hasta luego, porque volveremos muchas veces mas.
Ahh y si sólo quieres un café o desayuno, unas cervezas o un buen almuerzo también lo recomiendo.