Ramón
Un rincón por el que esperar.
Sin reservar fuimos un día de agosto a cenar. Completo. Decidimos esperar un hueco en la barra. La mejor decisión que pudimos tomar. Enfrente de la ventana de la cocina vimos como de manera muy organizada y rápida nos sirvieron unas tapas espectaculares... pulpo, patatas, tostad y una tarta de queso para chuparte los dedos. De decoración muy cuidada, y una cocina con gente joven muy profesional es sin duda de lo mejor de Cádiz.