Calle pintoresca
Dejamos el coche en el aparcamiento habilitado en la parte baja de esta pintoresca localidad soriana y enfilamos una pequeña cuesta junto a los restos de muralla. No se ve nada, un recodo y la falda de la pequeña roca montañosa esconden lo que hay justo detrás, la bellísima Calle Real de Calatañazor.
Una calle que te transporta a otras épocas, casas de adobe, chimeneas de punta y un cierto aire a mozarabe, a pueblo de reminiscencias musulmanas. Diferentes hoteles, casas rurales y tiendas con encanto salpican el anaranjado paisaje que es esta calle.
No paras de mirar de un lado a otro, asimilando la preciosa arquitectura típica de aquí. Incluso, quedan bien algunas casas que se encuentran en estado ruinoso. Y al final, la guinda del pastel, el castillo de Calatañazor y su hipnótico mirador hacia al Valle de la Sangre.