NATURALEZA Y HUMANIDAD EN ARMONIA
Tres intensos días llenos de encanto natural, personas simpáticas y sencillas, naturaleza en convivencia con la población humana y buen comer llenaron una bonita memoria en mi experiencia como viajero.
Gracias al regalo de uno de esos paquetes de tres días que nos regalaron mis hijos tuvimos la oportunidad de conocer un precioso entorno. Conocimos Peña de Francia, con su santuario de Nuestra Señora, se puede visitar todos los recovecos del exterior al monasterio, enclave espectacular donde comimos muy bien por un precio bastante bueno; en la Alberca nos acomodamos en el hotel elegido " Las Antiguas Eras"con total acierto pues sus instalaciones están perfectas y la atención fue amable y cordial dándonos pistas para aprovechar nuestro tiempo.
Continuamos nuestro recorrido haciendo un alto para comer en el pueblo vinatero de Sotoserrano ya que nos recomendaron un restaurante "El Mirador de Soto" a la entrada del pueblo donde la comida típica de la zona la degustamos con ganas terminando con un estupendo flan de castañas y manzana. Deshicimos nuestros pasos bajando de nuevo a el meandro Melero que según nos comentaron y luego constatamos esta impresionante de agua. Nuestra siguiente visita, Miranda del Castañar pueblo con recinto amurallado, precioso que merece la pena recorrerlo tranquilo ya que sus casas, su enclave y sus recovecos amurallados hacen las delicias del paseante. Otro de los pueblos impresionantes por su silencio,su arquitectura es Mogarraz, en las fachadas de las casa están pintadas las caras de los lugareños que no emigraron del pueblo ( pare ser que es una iniciativa cultural).
Terminamos el último día y de camino a Madrid en la ciudad de Salamanca dejándonos seducir por su monumental ciudad, después de tomarnos unas tapas en un Bar detrás de la plaza Mayor y buscar la famosa rana en la fachada de la universidad emprendimos viaje de regreso con un muy buen recuerdo del campo charro, la Sierra de Francia, Las batuecas y sus encantadores pueblos.