Continuamos nuestra visita a los...
Continuamos nuestra visita a los recintos reales de Gondar y nos dirigimos en esta ocasión al palacio que el emperador Bacaffa (apodado “El Despiadado”) erigió para su esposa la emperatriz Mentewab.
Cuenta la Leyenda que en uno de sus viajes, el Emperador conoció a una joven plebeya de la cual se enamoró perdidamente debido entre otras cosas a su incomparable belleza, tan grande fue la ofuscación de Bacaffa, que esta joven se convirtió pronto en su esposa y por tanto en Emperatriz, tomando el nombre de Mentewab (“Qué hermosa eres”).
A la muerte del Emperador, Mentewab decidió intervenir activamente en la política del país y no dudó en autoproclamarse co-gobernante llevando con mano firme las riendas del imperio junto a su hijo Iyasu II y tras la muerte de este tutelando a su nieto Iyoas. Los huesos de la Emperatriz se conservan en la cercana iglesia de Kuskuam Maryam.
El palacio se encuentra ubicado en un pequeño cerro desde el cual se divisa una magnífica panorámica del recinto real de Gondar.
La construcción data de la primera mitad del siglo XVIII y sin duda constituye uno de los más sobresalientes testimonios de la arquitectura de “estilo Gondarino” en la que las influencias del mejor arte Portugués, Hindú y Etíope del momento resultan muy evidentes.
Cuando tuve la ocasión de visitar este recinto la vegetación cubría buena parte del mismo y el estado de ruina era latente y preocupante, sin embargo, este palacio ha sido reconstruido y se ha transformado en un centro cultural y artesanal cuyo auge va en aumento.


