Por la mañana había visitado el c...
Por la mañana había visitado el castillo de Himeji y por la tarde me dirigía a Okayama. Tenía el alojamiento en esta ciudad y tenía la intención de visitar sus famosos jardines, pero alguién me advirtió que el calor había hecho estragos en los jardines y que merecía más la pena ir a Kurashiki.
Yo siempre hago caso a las recomendaciones de los otros viajeros, por lo tanto me dirigí a Kurashiki.
Kurashiki es una ciudad que está a una distancia de media hora de Okayama en tren local. Cuando sales de la parte moderna y te diriges a la zona antigua, la ciudad puede calificarse de apacible. Me relajé andando por sus pequeñas calles cerca de los canales donde abundan las koi, carpas asiáticas y de colores. Para los japoneses este pez de agua dulce es un símbolo de buena suerte.
A medida que las horas iban pasando las calles quedaban desiertas y la ciudad se volvía aún más apacible. Mi estómago empezaba a pedir alguna cosa. Abandoné la parte antigua de la ciudad y me dirigí a unas galerías comerciales llenas de pequeños restaurantes y sacié mi apetito.
Por suerte, hago caso a las recomendaciones de otros viajeros y así pasé una apacible tarde en Kurashiki.


