Merece mucho la pena
No es un sitio para comer la típica comida asturiana, desde luego, pero si perfecto para darte un respiro entre sidrería y sidrería.
Lo encontramos de casualidad buscando un lugar donde tomar unas tapas y la verdad que repetimos 3 veces por muchos motivos:
1º tenemos un bebe de 13 meses y el lugar tiene una terraza interior muy bien aclimatada que está en un patio amplio de casas donde pudimos disfrutar de nuestra comida viendo corretear un jugar a nuestro hijo sin ningún peligro
2º Probamos casi toda la carta entre tantas visitas y no encontramos un solo plato que no nos gustase
3º la presentación de los platos era excelente, la calidad de los productos también y el precio muy razonable
SI acuden no dejen de probar la tosta de cecina con queso de cabra frito y la de setas y jamón con galleta de idiazabal, de lo mejorcito que he probado, y por supuesto la estrapada de foie, increible.