De mis japoneses preferidos
Soy asiduo a los japoneses y no conocía Kokoro. Me habían hablado muy bien y la verdad es que ha superado mis expectativas.
En pleno barrio de Salamaca, en un local pequeño pero agradable, con una decoracion muy normal (no son sus puntos fuertes), destaca sobre todo por la calidad de su comida.
Éramos dos y nos dejamos guiar por el dueño del local: tartar de atún (una locura lo bueno que estaba) y un plato mixto de shusi y de makis, con una buena cerveza fría Kirim y de postre dos helados. En total 45€. Buen precio para la calidad que comimos.
Repetiré y se lo recomiendo