Situación perfecta
Esta Kasbah está perfectamente situada para conocer las espectaculares gargantas del Todra, nuestra experiencia en este lugar fue inolvidable puesto que coincidió con el cumpleaños de Nati, en el pueblo anterior había comprado una tarta para celebrarlo con ella y darle una sorpresa, pero la verdadera sorpresa nos la dieron todos los trabajadores de la Kasbah que nos prepararon una fiesta cantando sus músicas a golpe de tambor y haciéndonos pasar una noche realmente fascinante y divertida. El problema vino cuando nos pidieron que cantásemos nosotros algo ¡¡¡dios mío!! ¿ahora que cantamos?...pues no sé....¿a ti que se ocurre? pues nada esa "esos ojos negros...esos ojos negros que no pueden ver la la la la" ¡quien me iba a decir a mí que un día estaría en un lugar remoto de Marruecos cantando Dhuncandu a unos nuevos amigos marroquís!.