Un museo de cera sin figurantes
Esta antigua residencia, reconvertida en fábrica de cera, y vuelta a reconvertir en la modernidad en Museo de cera, es de finales del S. XIX.
Es además uno de los edificios más grandes de este tipo. La familia que le da nombre, Kamihaga, se hizo bastante rica durante el período Meiji gracias a la producción de cera. Hoy en día, se puede acceder y de ese modo aprender sobre la fabricación de la cera que fue muy popular en esta localidad, Uchiko, ya que la cera se hacía a partir de la baya de un árbol que crece en esta zona.
Como siempre, las injusticias están siempre presentes y a los agricultores locales se les pagaba una miseria por recoger estas bayas, mientras que unas pocas familias hicieron fortunas gracias a la fabricación y venta de la cera.