Un barrio acogedor y dinámico
Barrio de Kalamaja, Tallin, Estonia
Como ha ido sucediendo en muchas ciudades europeas, el barrio de Kalamaja, en la parte norte de Tallin (Põhja-Tallinn) ha sido hasta hace poco un barrio humilde. Su nombre ya lo dice todo, algo así como barrio de pescadores (Kala, pescado; Maja, casa).
Ubicada a un paso del casco antiguo (Vanalinn), hay que atravesar la estación de trenes o Baltijaam (Estación del Báltico) para descubrir otra cara de la ciudad.
A la restauración de las coloridas casas de madera de dos o tres plantas, las zonas verdes, la tranquilidad y el encanto hay que añadir la reciente apertura de varios bares. Sobre todo va gente local y, poco a poco, turistas que se han enterado de estos sitios encantadores gracias a las guías de viaje o a las redes sociales. Mi lugar favorito es F-Hoone por su precio, su calidad y su ambiente industrial y artístico. Pero hay otros como Boheem, Kamahouse o Tops. Este último bar puede recordar un poco a un bar español por su carácter distendido y la posibilidad de tomar, con una cerveza, un montadito de boquerón báltico, salmón con eneldo o queso con alioli (su alioli particular).