Jugon-les-Lacs

En mitad de un valle encajonado y pegada a un lago con una longitud de 4 kilómetros. Sus costas están llenas de árboles y arbustos que le confieren un ambiente tranquilo y quieto. Fue plaza fuerte de Penthièvre en la época de los Duques de Bretaña. Como muchas de las villas de la zona, fue una localidad castrense y defensiva de los señores feudales en cada momento histórico. Hoy se encuentra el lujoso hotel Sevoy, en lo que fuera el castillo principal. Sus numerosas mansiones de piedra granítica, decoradas con vistosas vidrieras y sus calles repletas de faroles, motivos marineros y estrechas vías en cuesta, le hacen ser uno de los pueblos con mayor ‘alma marineros’ del interior de Bretaña.