Isla de Ré

Con un estilo propio e inconfundible, la Isla de Ré se alejó un día del continente para vivir su propia aventura en el mar. Y entre olas y gaviotas, la naturaleza pintó este bello paisaje con el azul del cielo y la luz del sol. La Isla de Ré ha preservado su privilegiado entorno natural manteniendo el encanto de sus pueblecitos blancos.

Por su relieve, muy llano, y sus más de 100 km de pistas, la isla de Ré es el lugar ideal para montar en bicicleta y perderte. Sus pequeñas dimensiones te permiten recorrer y conocer toda la isla en un día. Si buscas la tranquilidad de las playas y la sencillez y el buen gusto local, éste es tu destino: al norte los sueños, al sur los recuerdos.

Quien sabe si será lo mas cerca que esté de este mar...

Merece la pena dentro de la Bretaña francesa, hacer un alto y visitar la Isla de Ré, antigua, con sabor, isla de pescadores que sigue manteniendo el perfume a mar y a puerto.