Un gran cambio de aires con mucha historia
Una de esas maravillas que Escocia tiene que ofrecer y que permanece escondida, lo que no resulta malo del todo.
Desde Port Appin, pequeño enclave pesquero una pequeña embarcación (solo para pasajeros a pie, no autos) nos lleva y trae de la isla varias veces al día (con permiso del clima). Una vez allí todo cambia, vamos a pie, en taxi o en bici (todo se contrata allí) y el tiempo parece detenerse.
Según andamos por ella la historia viene a nosotros por si sola: un broch ancestral que fue un castillo, una iglesia con tumbas medievales donde se encuentra el lugar de descanso del temido Clan MacDougal, destileria de whisky propia y mucho más. Todo eso de más pues naturaleza: acantilados, playas, montañas y unas vistas que invitan a todo menos al estrés.