Situada en el Norte de la isla de...
Situada en el Norte de la isla de Mallorca, es capital de la comarca de el Raiguer, su población ronda los 29 mil habitantes, y principalmente vive de la fabricación de calzado y de la industria de productos de piel.
En 1900 la Reina le concedió el título de ciudad, debido a su crecimiento industrial, comercial y a todos los niveles, hecho que convirtió a Inca en punto de mira del resto de localidades mallorquinas.
Sus calles son amplias, luminosas y de aspecto cuidado, encontramos también numerosos árboles y bancos donde reposar en los días más calurosos. Sus pequeñas avenidas acogen anualmente mercadillos y ferias que hacen las delícias de los más curiosos; cuando estuvimos nosotros las calles estaban desiertas y apenas había vida, claro está que era en pleno julio caluroso . Pero por lo que nos contaron hay una celebración muy importante que tiene lugar en la localidad, el tercer jueves de noviembre, llamada Dijous Bo (Jueves bueno), en la que personas llegadas de toda la isla acuden aquí para exponer sus mercancías, participar en los concursos literarios y en los eventos musicales que ofrece la ciudad. Así que os recomendaría que para disfrutar la ciudad en todo su esplendor consultéis el programa de ferias y mercados.
Está muy cerca de Palma, a tan sólo 29km, y su conexión ferroviaria es excelente, pasan trenes cada 20 minutos aprox., y el trayecto es también muy corto.
Lo que sí echamos en falta fue información turística en la estación del tren, echo que nos sorprendió ya que es el principal punto de llegada de los visitantes. Al llegar allí nos quedamos bastante colgados, y en la estación sólo supieron darnos un mapa con el callejero, además las chicas ni siquiera eran de allí, por lo que tampoco supieron ni decirnos donde había lugares para comer ni nada. Con el callejero en mano estuvimos paseando y por el camino fuimos encontrándonos con algunos monumentos, no encontramos tampoco ninguna oficina de turismo por nuestra ruta de descubrimiento. Nos fuimos con la sensación de habernos perdido cosas importantes de la ciudad, una lástima.
