La catedral de las pinturas murales
Rodeada de un paisaje natural de belleza excepcional, la Iglesia de Sant Andreu de Salardú es una auténtica joya del románico tardío de la Val d'Arán, no sólo por su arquitectura (que mezcla elementos del gótico), sino también (y lo más importante) por su interior, ya que alberga un impresionante conjunto de pinturas murales del siglo XVII, y la talla del Cristo de Salardú (obra maestra del románico aranés).
La iglesia cuenta con algunos elementos de transición entre el románico y el gótico. La monumental portada está formada por 5 arquivoltas en degradación, decorada con motivos vegetales y un crismón, si bien (a diferencia de otras en el valle), no tiene tímpano. Te recomiendo que, antes de entrar, des una vuelta alrededor del edificio para observar la decoración de ménsulas y canecillos.