Nuestra Amada Señora
Nada menos que al año 1000 se remontan los pocos restos que perviven de la primitiva iglesia que se levantaba aquí antes del actual templo y de la que apenas quedan algunos pilares, muros y bóvedas. Eso sí, los arquitectos que se encargaron de edificar lo que hoy vemos ante nuestros ojos no escatimaron medios ni imaginación para convertir este edificio en una filigrana de recios y fuertes muros, y que sólo con mirarla nos hace elevar los ojos al cielo y quedar maravillados ante tanta elegancia.
Tras una serie de mejoras y ampliaciones, que desde el siglo XIII fueron embelleciendo la iglesia, finalmente las obras concluyeron tres siglos más tarde, quedando el templo casi con el mismo aspecto que actualmente vemos.