Iglesia Matriz de Ntra. Sra. de la Concepción

Ésta es la iglesia más importante y la primera que hubo en la capital tinerfeña, estando considerada como si fuera su catedral. Tiene mucho que ver con la conquista de Tenerife, y se encuentra en la [poi=84460]Plaza de la Iglesia[/poi]. Su construcción se inició en el año 1.500 por el padre Juan Guerra, pero se incendió y tuvo que ser reedificada en 1.653. Inicialmente era una pequeña iglesia de planta rectangular, pero con el paso de los años y la reconstrucción del siglo XVII se fue ampliando. Definitivamente quedó con planta de cruz latina, cinco naves, capillas laterales, y crucero con cúpula. Se edificó en mampostería, decorándose en piedra basáltica oscura las esquinas del edificio, la torre y la fachada principal. Exteriormente, lo más llamativo es la altísima torre campanario y los balcones de madera de estilo típico canario. El techo interior está cubierto por artesonados mudéjares. El altar Mayor es de estilo barroco-churrigueresco, presidido por la imagen de la Inmaculada Concepción, Patrona de la ciudad. También alberga otras tallas procesionales de alto interés artístico, como el Cristo del Buen Viaje, la imagen de Santiago Apóstol, o Nuestro Padre Jesús Cautivo. En cuanto a orfebrería, destacan diversos tronos procesionales, la custodia de los Logman, y la Cruz que clavó el Adelantado Alonso Fernández de Lugo tras desembarcar en la ciudad en el siglo XV, que se halla en una urna de cristal y plata en el altar mayor. En el interior de la iglesia hay también numerosos sepulcros de personajes ilustres de la ciudad, así como lienzos, un púlpito de piedra y un órgano de comienzos del siglo XIX.