Iglesia y parque al norte del casco histórico de Praga
La historia de la Iglesia de San Clemente, ubicada al norte de la ciudad de Praga, en la República Checa, comienza con el establecimiento de la primera congregación episcopal anglicana en la ciudad. En 1904 el Reverendo Walter Naish –entonces empleado de la Sociedad para la Propagación del Gospel- dirigió el primer Servicio Anglicano de la ciudad en una antigua iglesia ubicada en la Avenida Barviska.
Durante la Segunda Guerra Mundial, la iglesia en la que se llevaban a cabo los servicios anglicanos fue destruida. Sin embargo, el Templo de San Martín en la Pared abrió las puertas a los miembros de la congregación episcopal, quienes comenzaron a llevar a cabo sus misas en este recinto. Después de un período relativamente corto, la congregación decidió dejar Praga y trasladarse a Viena. Cuando la guerra finalizó, los anglicanos volvieron a la República Checa y se instalaron en la Iglesia de San Clemente