La boca abierta
Cuando llevas un tiempo viendo iglesias, aunque todas te siguen gustando e impresionando hay muy pocas que te sorprendan. Pero entrar en esta basílica me ha dejado absolutamente boquiabierto, porque no se parece en nada a algo que haya visto antes. Su estructura circular en diferentes bóvedas, pero sobre todo el increíble ábside decorado con todo lujo de detalles... como mosaico.
Cuando llegas a Rávena ya sabes que es famosa por los mosaicos, pero esta parte de la Basílica desafía toda la técnica, llevando la práctica al arte. Te puede quedar embobado mirando los colores de las piedras dando formas a historias y personas. Precioso.