La segunda de Tres
Y aquí hay que excavar profundo para encontrar el nexo de unión. Porque la Iglesia de San Luis de los Franceses, el mejor y máximo exponente del barroco sevillano, podría no tener relación con las iglesias mudéjares de la calle San Luis si no fuera porque las recientes excavaciones, que son parte de la restauración que pretende renovar el templo íntegramente, han sacado a la luz restos de una iglesia y palacio mudejares sobre la que se edificó el actual edificio.
Estas mismas obras me impidieron ver el suntuoso interior que había entrevisto en las guías de arte. Pero bueno, tenía que conformarme con disfrutar del exterior, imponente en toda su altura, reforzada la impresión por la estrechez de la calle que no permite sacar una perspectiva fotográfica tan perfecta y amplia como se quisiera.
Durante las restauraciones de los años 80, se dice que fueron numerosísimos los casos en los que se materializaban formas ante los ojos de los obreros, que también sentían roces y veían como las herramientas aparecían apiladas o colgando de una grúa a 15 metros de altura.
La existencia de toda esta energía sobrenatural se debe, según parece, a que en la calle han ocurrido varia muertes poco naturales, sobre todo la de un hombre, que desesperado se colocó un cuchillo apuntando al corazón y se lanzó a la carrera contra los muros de la iglesia, convirtiéndola en su asesina.
Decenas de niños sufrieron soledad en el orfanato que un día ocupo el solar actual, y varios casos de asesinato rondan la zona en la que se encuentra.....Hoy parece abandonada, aunque no lo está.


