Alfonso Navarro Táppero
Por el camino amarillo
Para explorar el sector noroeste del casco antiguo de Poitiers podemos optar por consultar una guía tradicional, preguntar a los amables habitantes de la urbe o bien dejarnos llevar por uno de los tres caminos que, pintados sobre el pavimento de la ciudad, recorren los rincones más interesantes de la misma; en este caso nos decantaremos por el sendero de color amarillo el cual nos conducirá por la rue de la Chaine flanqueada por pintorescos edificios de marcado sabor medieval y encantadoras plazas como la de La Liberté o la de St-Germain hasta toparnos con la construcción más notable del recorrido: la iglesia de Saint-Jean-de-Montierneuf.
El edificio, cuyas obras comenzaron en el año 1069 fue concebido originalmente como monasterio y su fundación se debió a Guillermo VIII de Poitiers, siendo consagrado por el papa Urbano II en 1096.
Las guerras de religión que asolaron el país entre los años 1562-1569 tuvieron consecuencias funestas para el monasterio ya que este fue asaltado, saqueado y parcialmente derruido.
Tras la Revolución, la abadía fue convertida en cuartel y la estructura del edificio sufrió, una vez más, destrucciones parciales.
El perfil de la iglesia que podemos contemplar en la actualidad es fruto de sucesivas restauraciones acometidas durante los siglos XVI , XVII y XVIII.
El edificio consta de tres naves en las que destaca la enorme luminosidad de las mismas proporcionada por unas grandes vidrieras, ya en el exterior nos llama la atención los estilizados arbotantes que refuerzan su estructura, el bello ábside gótico y los dos campanarios que coronan el conjunto.
En definitiva la Iglesia de San Juan de Montierneuf es un monumento de lo más interesante que milagrosamente ha llegado en pie hasta nuestros días….
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