Iglesia de San Jacobo, Iglesia del Orgullo
Esta iglesia no tiene parangón, ni comparación con las que he visto a lo largo de mi vida. En primer lugar, el edificio llama la atención por su color en llamativo rojo, como tratando de atraernos. Una vez dentro, la luz lo inunda todo, y de eso se encargan, manteniendo las grandes puertas abiertas, los cuidadores de la iglesia, y por supuesto los coloridos vitrales.
Algo poco usual es, también, el cobertor de sarcófago de Sigrid Bielke. Los escudos de las familias más importantes cubren las paredes.
Pero quizá lo más llamativo es el echo de que es la Iglesia del Orgullo, las misas se anuncian rodeadas de la bandera del arcoiris, y por dentro, los folletos con el mismo logo llenan las mesas y los bancos.