ANADEL
Con torrre del tesoro
Dice la leyenda que el agrietado torreón-fortaleza lo construyeron los moros, y que en su base existe un tesoro que no se ha encontrado jamás.
El templo de la segunda mitad del dieciséis, presenta una interesante construcción renacentista que sufrió reformas en el siglo XVIII. Así, la portada es de las postrimerías del barroco.
Su fábrica es de sillería. En orientación oeste encontramos dos torreones que evidencian un uso anterior de carácter militar: Uno cilíndrico y de apariencia más antigua por sus líneas más sobrias, sin ventanas e interior macizo y el otro de planta cuadrada, de carácter más señorial, que hace hoy las veces de campanario.
El templo es de planta de cruz latina, con cabecera cubierta por bóveda estrellada. La portada barroca presenta un acceso adintelado enmarcado por un grueso baquetón que forma orejones y se curva en clave para albergar decoración vegetal. Dos columnas corintias, de fuste acanalado, flanquean la puerta. En el cuerpo superior se abre un óculo.
En su interior destacan las pinturas murales del ábside y el retablo mayor, bello ejemplar churrigueresco muy escenográfico, que preside una imagen de la Asunción y que se completa con escenas de la Cena, el Prendimiento, San Pedro y San Pablo, la Flagelación, el Camino del Calvario así como San José y San Juan. Tiene, además, otros retablos rococós, a ambos lados, así como otros dos en el crucero, en este caso barrocos. Conserva la Imagen de Santa María del Valle, del tipo Andra Mari, de finales del siglo XIII.
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