Pasear por Creta es saborear su pasado,...
Pasear por Creta es saborear su pasado, historias de conquistas y reconquistas asoman por cada rincón.
Parece mentira que aquello que hoy vemos tan tranquilo, como puede ser esta bonita Iglesia, fuera, siglos atrás, objeto de deseo. Católicos, Ortodoxos y Musulmanes hicieron de ella un lugar de culto y demostración de poder; pero no solo tuvo que sobrevivir a disputas religiosas, sino que también se vio acechada por innumerables terremotos e incendios que la dejaron por los suelos.
La importancia que tenía este edificio para Heraklion hacía inevitable que se reconstruyera una y otra vez. Su arquitectura fue también cambiante, incluso llegó a convertirse, temporalmente, en mezquita.
Tras muchas batallas, en 1925 pasó finalmente a formar parte de la Jurisdicción de la Iglesia de Creta, y por tanto volvió a pertenecer a la Iglesia Ortodoxa, de ahí que ese mismo año, se destruyera el minarete que aun quedaba en pie.
Otro aspecto a destacar es que durante las invasiones turcas, las reliquias sagradas que se resguardaban en la iglesia fueron movidas a San Marcos, en Venecia, lugar donde todavía hoy reposan; excepto la calavera del Santo Titos, que en 1966 fue traída de vuelta a Creta, y descansa en un cuidado reliquiario de plata.
Para llegar a la Iglesia podemos cruzar el patio de la Loggia, situada al lado de la Fuente Morosini, y una bonita plaza llena de vegetación nos conducirá hasta la iglesia.


