Miguel Doménech
Pequeño Hotel con encanto en Baviera
Cuando encontré este pequeño hotel (tiene apenas una decena de habitaciones), no dudé en anotarlo en un destino fijo para mis vacaciones por la zona. Está gestionado por la familia Ostler, que se desvive en atenciones para/con sus clientes, haciéndote sentir como en casa, aconsejándote sobre actividades y visitas próximas; y con un servicio de restaurante (sólo cenas) exquisito, con un gran cocinero, también de la familia.
Y la zona no tiene desperdicio. En verano puedes disfrutar con paseos por el lago y en invierno a esquiar en sus montañas cercanas.