Encanto alpino y sabor andaluz
El único hotel de cinco estrellas de la estación de esquí de Sierra Nevada destaca por la calidad real de sus servicios, adaptados a su ubicación en la estación de esquí más meridional de Europa.
La construcción, de estilo alpino, se situa en la parte alta de la urbanización, lo que no supone un problema ya que un transfer privado nos servirá de transporte cada vez que lo necesitemos, para ir a la zona baja de la Estación, donde se concentran la mayoría de servicios (compras, restaurantes, bares de copas...) Tan solo el tráfico de la urbanización en temporada alta puede hacernos gastar más tiempo del apetecible en los trayectos, pero no culparemos al hotel por un servicio municipal deficiente.
Desde el acceso nos damos cuenta de que entramos a un lugar en el que todo está pensado para relajarse tras la jornada deportiva en la estación. La decoración se basa en la tradición alpina, y son curiosas las antiguedades relacionadas con los deportes de nieve que se encuentran en el lobby (entre otros, recuerdos de Paquito Fernandez Ochoa).
El bar del lobby es de esos lugares donde realmente se descansa nada mas cruzar la puerta, dado el ambiente de tranquilidad y exquisitez que se respira, especialmente si la chimenea esta encendida.
Las habitaciones son muy amplias y llenas de detalles (impresionantemente acogedoras las mantas de pelo en los sofás de ciertas habitaciones). Y ante todo, un concepto claro que suele olvidarse en hoteles de esta categoría: confortabilidad.
Si bien hay maravillosas vistas a las pistas de la estación en la mayoría de habitaciones, hay otras paracticamente enterradas, por lo que recomiendo asegurarse al hacer la reserva de que no nos "toca la china"...
El restaurante del hotel nota claramente que el actual Director fue en su época Jefe de Cocina del propio hotel. Cuenta con una carta de exquisitas variantes, quizás demasiado influenciada por las directrices de la cadena hotelera.
Merece especial mención, por lo recomendable de su uso tras la jornada de esquí/snowboard, el Spa del hotel. Uno de esos en los que tras disfrutar de sus servicios, lo mejor es pedir la cena a la habitación y no tardar en irse a la cama...
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