De lo bueno lo mejor, de lo mejor lo superior
Uno de esos lugares que preferirías conocer tú sólo, pero que hay que recomendar porque las dueñas, Puri y Ana, se lo curran pero muy mucho y se merecen tener el hotel hasta arriba cada día.
Tras nuestra visita, hace ya dos años, hemos ido en tres ocasiones y ya tenemos preparada la cuarta. No podemos pasar un año sin visitar este encantador hotel y siempre nos dejamos algún lugar pendiente para justificar nuestro regreso.
Las habitaciones son amplias, maravilosas, limpias, con suelo radiante y decoradas con encanto. Y si encima coges una con terraza, no querrás marcharte jamás.