Un auténtico engaño
Un auténtico engaño. Estuve una vez y me pareció que tenía las habitaciones muy pequeñas para su categoría. Estuve una segunda vez, me llevé metro de arquitecto que me prestó mi padre y, efectivamente, las habitaciones de ese hotel son un 7,2% más pequeñas del mínimo esperable para esa categoría. La siguiente vez que viajé a Almería lo hice a casa de un amigo sin metro en mano (lógicamente).