Jorge David Conde Miguélez
Ojalá fueran así todos los refugios
¡¡Hola a todos!!
En esta ocasión me gustaría hablaros de este alojamiento el cual me tocó en uno de los concursos que organizó Trivago meses atrás. Os quiero hablar del aparthotel Eth Refugi d' Aran.
Fue exactamente en el mes de julio de este año cuando me decidí a canjear el premio y éste fue el primer hotel en el que nos hospedamos debido a que cuando hice la reserva, me comentó la chica que no quedaban tantas habitaciones libres porque pasaba el tour de Francia por ahí al lado, por lo que tuve que jugar un poco con los días para poder hospedarme las dos noches que tenía en dicho aparthotel.
El alojamiento se encuentra situado en pleno pueblo de Vielha, en el Valle de Arán. No está precisamente en el centro del pueblo, pero hasta el centro no hay más que cinco minutos como mucho andando.
Llegamos exactamente a las 15:40 horas, metí el coche en el aparcamiento exterior que tiene el aparthotel y nos fuimos directamente a la recepción para formalizar la reserva. Me llevé un poco chasco en un primer momento porque para mi gusto, la chica que me atendió fue un poco seca, me dijo: ¡hasta las 16:00 horas no se puede entrar! No me dijo ni un hola ni nada por el estilo, fue una frase clara y concisa. Así que nada, salimos de nuevo a la calle a ver el paisaje que nos rodeaba y las primeras imágenes sobre el pueblo.
Cuando llegó la hora volvimos a meternos a la recepción de nuevo. Nos atendió otra chica y no hubo ningún problema para canjear el premio. Nos obligaron a darles los DNI para fotocopiarlos y a firmar un pequeño papel donde venían datos como mi nombre, los días de estancia y la habitación que nos había tocado, entre otros datos. Creo recordar que exactamente nos tocó la habitación 108, en el primer piso.
Accedimos al primer piso a través de un ascensor que hay junto al mostrador de recepción. En total son dos pequeños ascensores pero que cumplen su función. Al llegar a la habitación nos quedamos alucinados de lo bien que estaba. Nada más entrar a mano derecha había unas ventanas que daban a una especie de parte trasera del edificio, donde las vistas no eran nada espectaculares, más bien se trataba de un garaje para el personal. A mano izquierda teníamos la puerta del baño y justo en frente otra puerta que daba acceso a la cocina y el resto de la habitación.
El baño por su parte era bien grande con una decoración en azulejos azules oscuros. Había un gran espejo con su lavabo y secador de pelo. Al lado del lavabo una pequeña bandeja con artículos de aseo. Por otro lado el retrete estaba detrás de la puerta, al lado el bidé y lo que más me llamó la atención del mismo fue que no había bañera, era una ducha donde el agua golpeaba directamente con el suelo, con un pequeño sumidero y una larga cortina para evitar que el agua salga al resto del baño.
Por otro lado, la habitación al igual que el baño era bien grande. En un lateral de la pared estaba puesta la cocina, con todos los utensilios de cocina como platos, cacerolas, sartenes y demás. Al final de la habitación era donde se encontraba la cama, con dos colchones pequeños juntos pero siendo dos camas independientes, en frente de la misma un pequeño mueble donde había un pequeño escritorio y al lado la televisión, que era un poco de mala calidad pero cumplía su función. Al lado de la cama estaba el balcón, que daba exactamente al aparcamiento donde habíamos dejado el coche, justo encima de la entrada a la recepción. El único pero que puedo poner a la habitación en sí, es que notamos un pequeño olor a tabaco, no sabemos si de la anterior estancia o proveniente de la campana extractora de la cocina. En cuanto a lo demás todo perfecto, la cama nos pareció muy cómoda aunque también es verdad que llegábamos reventados después de estar todo el día pateando la zona, la habitación era muy grande y todo estaba muy bien. Comentaros que para los amantes de la tecnología, podrán llevarse el portátil ya que tienen acceso a internet mediante Wifi. La clave te la dan las de recepción sin problemas, eso sí, iba un poco lento.
Tras dejar nuestras maletas, bajamos a ver un poco las instalaciones del aparthotel. Comentaros que la decoración por dentro es un poco a lo rústico, un alojamiento de montaña con un verde muy oscuro pintado en las paredes. Eso es lo que más me llamó la atención. Absolutamente todo el aparthotel, la recepción, pasillos y demás está pintado con ese verde oscuro tan particular. Por una puerta cercana a la recepción, se encontraba la piscina, un pequeño gimnasio compuesto por una cinta de correr, una bici y poco más, así como un pequeño spa por así decirlo que incluía un enano habitáculo para baños de vapor, un vestuario para cambiarse y un jacuzzi. Lo que más nos gustó y más utilizamos fue la piscina.
Ésta no era muy grande, estaba cubierta pero dando acceso a tener vistas al exterior. En un lateral tenía una decoración en forma de azulejos pintados con temas del Valle de Arán y el agua estaba perfecta, más bien tirando a caliente lo que se agradecía aun estando en pleno mes de julio, porque hubo días que tras meterse el sol hacía fresquito. Al lado de la piscina un pequeño jacuzzi de forma cuadrada donde allí el agua estaba bien caliente, lo que invitaba a la relajación. Eso sí, para poder tener burbujas relajantes tenías que meter 1 € para que funcionara. Tras salir del techo cubierto, se encontraban unas pocas hamacas un poco anticuadas para mi gusto, así como mesas y sillas de lo que podía ser una terraza de un bar. Comentaros que la piscina tiene horario y la cierran a las 21:00 horas.
Por otro lado, al lado de la recepción estaba la sala de desayuno. Nuevamente con una decoración de lo más rústica, con espigas de trigo en las paredes. Al día siguiente por la mañana es cuando vimos esta sala. Había bastantes mesas, redondas y cuadradas y en medio la mesa donde se podía coger lo que quisieras ya que era en forma de buffet. Se podía ver algo de repostería, queso, jamón york, mermeladas, cuencos de cereales, tostadas y tostadora para los que les guste horneadas. En otra mesa es donde estaban las tazas y vasos con sobres de café descafeinado, colacao, azúcar y demás. Además había una máquina que hacía los cafés y otra mesa donde había frutas y jarras con diferentes tipos de zumos así como leche fría o caliente, así que era bastante completo. Además, la chica que nos atendía resultó ser muy simpática, lo cual se agradece a primera hora de la mañana. El único pero que puedo poner es su horario, creo recordar que era de 8:00 a 10:00 horas lo que nos parecía un poco corto.
Por otro lado comentaros que el aparcamiento exterior tiene las plazas limitadas, así como alguna plaza para minusválidos. Cuando llegamos había sitio de sobra, pero cuando llegó el fin de semana se notó y mucho la afluencia de la gente en el alojamiento porque a la vuelta de un día por el Valle de Arán, no había ni un sitio libre, por lo que tuve que aparcarlo fuera, en una calle cercana.
Exactamente estuvimos alojados dos días y salimos muy contentos. Nos gustó mucho la habitación y los días que nos alojamos estuvimos muy a gusto. A la noche aprovechábamos la piscina para relajarnos un poco y se agradecía. El desayuno era muy completo y estaba bueno. La atención por parte de los trabajadores fue la correcta, así que sinceramente os recomiendo que os alojéis en este aparthotel porque la verdad que está muy bien.
Un saludo a todos y gracias por leerme y valorarme.
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