diego
Hotel Familiar muy atento
No es moderno pero la limpieza es excelente. Desayunos caseros hechos por la dueña exquisitos, sobre todo la mermelada elaborada de un dia para otro, y los tiernos croissants recién hechos . Muy amables y atentos. Situacion excelente con unas impresionantes vistas a la Ría de Pontevedra, el mar esta en la acera de enfrente, se veían peces desde la ventana, vamos q se podia pescar desde la habitación si estuviera permitido. Tres calles por detrás esta la zona de tapeo, pero no llega nada de ruido al hotel. Volveremos, seguro.