Hotel con vistas privilegiadas a Santa María Novella
Estar en Florencia es un privilegio para los sentidos. Cualquier persona se sentirá abrumada ante tanta belleza y tan seguida. No me extraña que Stendhal sufriera su famoso mal ante la imposibilidad de abarcarla. Y si además de estar en Florencia te puedes alojar en un lugar tan exquisito como el Hotel Santa María Novella, la experiencia será completa.
Está situado en la plaza homónima, frente a la maravillosa iglesia pionera del Renacimiento florentino e italiano. La entrada es muy discreta, pasa casi desapercibida ya que está haciendo esquina y sólo está señalada con una placa.
Una vez que se pasa la puerta se entra en un ambiente realizado con mucho gusto, de mármol discreto, plantas, madera y alguna escultura. Hay varios salones, alguno con estilo inglés, en los que reposar después de recorrer la ciudad.
Las habitaciones están decoradas con estilo clásico pero no recargado y los baños son de ensueño ya que han aprovechado el juego de contrastes entre los distintos mármoles blancos y rojos para formar arabescos en el suelo de una ducha extremadamente cómoda que cuenta hasta con asiento. Nuestra habitación daba para la plaza y era un verdadero gusto asomarse y ver la magnífica obra de Alberti (entre otros muchos arquitectos).
Todo parece fácil en el entorno de este alojamiento que te prepara para visitar Florencia sin sufrir el mal de Stendhal. Ya hay tanta belleza en el interior que el exterior es una continuación, magnífica, eso sí.