Un dos estrellas correcto.
En 2010 he tenido la ocasíón de alojarme durante cuatro días en el Hotel Santa Lucía con mi marido y las principales ventajas que encontramos a este hotel son las siguientes:
1.Limpieza. Tanto de la habitación como la recepción, la cafetería y las demás zonas comunes.
2.Precio económico, especialmente si se compara con el de los hoteles más céntricos. Además, el alojamiento incluye el desayuno, sencillo pero que incluye zumo natural, café o cacao y croissant, tostada o bollería a elegir.
3.El personal es servicial y amable. Además, está dispuesto a informar acerca de la ciudad, de los horarios de autobuses, etc
4.Dispone de aparcamiento gratuito para clientes.
6.Hay servicio de recepción las 24 horas.
7.La habitación en la que nos alojamos nosotros es sencilla pero correcta. La decoración funcional, con mobiliario de pino: Una cama de matrimonio, un escritorio, un armario bastante amplio y dos mesitas de noche. El colchón, bastante nuevo y duro, como a mí me gusta. También tenía una butaca y TV. La ventana, abuhardillada, con vistas a un bosque que hay frente al hotel. El baño, un poco pequeño, pero completo y muy limpio. Además, cada día, además de las sábanas, se cambian las toallas y se coloca en el aseo una cestita con productos de higiene de cortesía: Gorros de ducha, gel de baño, champú, incluso pasta de dientes y una esponja limpiazapatos.
8.La cafetería, donde se sirve el desayuno es bastante grande, con una barra amplia y bastantes mesas. Con grandes ventanales, que dan a la carretera principal, tiene bastante luz natural. Además, se puede tomar un tentempié o una cena ligera casi a cualquier hora.
A pesar de sus múltiples ventajas, el Hotel Santa Lucía, está lejos del casco histórico de Santiago. Caminando calculo no menos de media hora, por una avenida principal con mucho tráfico (aproximadamente unos 3 kms). Este problema se soluciona con un microbús (el P3) que para en la misma puerta del hotel y que lleva a la ciudad por 90 céntimos (tiene parada en la misma Praza Galicia). Un taxi al centro de Santiago cuesta unos 10 euros. En coche o taxi el trayecto es de unos cinco minutos.
Lástima que de vuelta al hotel, la parada del autobús está al otro lado de la carretera y el paso de cebra está un poco lejos de la puerta.
La televisión, muy pequeña, como siempre en estos casos. Eso sí, funcionaba de maravilla y podía apagarse y encenderse desde un interruptor en la cabecera de la cama.
Además, como el hotel está al borde mismo de la N-525, puede resultar un poco ruidoso para quienes tengan el sueño delicado, a pesar de que la ventana es de buena calidad y cierra a la perfección.
En definitiva, me parece un hotel recomendable 100% para quienes busquen limpieza y funcionalidad, pero no para quienes busquen un alojamiento céntrico.
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