Rocío Cabrera Muñoz
Sencillo y muy limpio
Una ubicación única, en plena naturaleza pero con el pueblo de Arroyo Frío a menos de 2 km. Perdido en el corazón de la sierra de Cazorla, con unas vistas increíbles a la sierra al despertar.
Tranquilidad, naturaleza y fauna en estado puro. Por no hablar de la amabilidad del personal del hotel, siempre pendientes de que todo estuviera bien y la cocina casera tan rica que tienen.
Viajé sola y me sentí como en casa. Lo recomiendo, volveré a repetir sin duda. También lo recomiendo si tenéis pensado hacer la ruta del Río Borosa y queréis hospedaros cerca de allí.