Hotel rural sin lujos pero limpio y con una gente encantadora.
Habitaciones amplias y limpias, confortables, todas cerca de las piscinas que el Hotel posee.
A 6 km de Peniche se agradece la tranquilidad que posee esta zona.
Al pueblito no le falta de nada, farmacia, supermercado, bares, y salidas directas tanto a Peniche como a Baleal, además en dirección a Peniche se encuentra en la última rotonda la entrada al parque acuático, que por 12€ puedes pasar un divertido día.
El desayuno es como estar en casa.
Precios comedidos y un personal atento para lo que necesites.
Por echar algo de menos quizás mas enchufes en la habitación.