¡Enhorabuena a ambos!
Se trata de un hotel rural muy bien situado para visitar los pueblos de la Vera y que tiene unas vistas preciosas de la sierra de Gredos.
Lo primero que percibes al acercarte al hotel es el detalle, limpieza y cuidado de su entorno exterior.
Esa sensación se convierte en certeza una vez en el interior.
De estilo sencillo, está lleno de detalles, ordenado, extraordinariamente limpio y armónico.
Sin ninguna concesión al lujo, consigue convertir su sencilla y equilibrada decoración en auténtica virtud.
Pero el secreto del éxito de este lugar es, sin lugar a dudas, la cercanía, el trato familiar y agradable y la excelente atención que te brindan sus dueños.
Desde que cruzamos la puerta de entrada siempre estuvo dispuesta a facilitarnos información turística de la zona, a explicarnos el funcionamiento del centro o a prepararnos un café.
María sigue transmitiendo la ilusión y profesionalidad del proyecto en el que está inmersa, sin que apenas se le note el enorme trabajo y esfuerzo en el que está inmersa.
En resumen, una estancia inmejorable, ganas de volver a repetir cuanto antes y una renovada determinación de apoyo a proyectos que, como este, se basan en el esfuerzo y trabajo personal para conseguir tan excelentes resultados.
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