ANADEL
Un gran hotel
Hay que saber a lo que vas, es un gran hotel lleno de extranjeros, con la pequeña piscina a rebosar, impersonal, y eso si, con un personal profesional y comprensivo.
Llegamos tarde, y cansados descubrimos que la habitación adjudicada estaba adaptada para discapacitados, las vistas eran los coches aparcados en el parking, y la playa era inexistente si no cogías el coche, por lo que su personal lo entendió y al día siguiente cambiamos a otro lugar.
Entiendo que este tipo de hoteles tenga una clientela garantizada y sea lo que muchos de ellos buscan.
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