Cuando todo el mundo lo recomienda...
Menudo acierto!!! Es un hotel prácticamente nuevo al que, con total convencimiento, le pongo un 9 sobre 10. No se lleva el diez porque el personal de recepción me pareció un pelín frío, al contrario que la totalidad del resto.
El hotel tiene calidad suficiente para llegar a ser un cinco estrellas. Si a esto le sumas que me tocó una pedazo de habitación en la última planta del edificio, la experiencia fue 100% satisfactoria. Como en todo en los USA, a la hora de reservar tienes unas cuantas posibilidades en lo que a habitaciones se refiere. Yo escogí una doble de uso individual y con vistas (y vaya vistas!!!). La habitación es super amplia y la cama es extremadamente cómoda. Tiene una buena TV (yo ni la puse) y ojo, un detalle que me gana, viene con un soundock para tu iPhone/iPod. ¡Cómo mola eso de ponerte la música a tope con la caída del sol!
El desayuno no está incluido, y no te recomiendo que lo incluyas. Chicago tiene una infinidad de sitios (pasaré a recomendar algunos) para desayunar o tomar el brunch. El hall del hotel es un poco raro (un pasillo estrecho te conduce a la recepción), pero tiene una sala común super cómoda en la que todas las mañanas puedes ponerte un café (gratis) y todas las tardes una sangría (jeje, estos no han probado una buena sangría).
Importante: ¿se te ha olvidado el adaptador para enchufes? No te compres uno (15$), pide en recepción y te lo dejan encantado. Eso sí, no olvides devolverlo, te cobran 20$ si lo haces. Por otro lado, muy cracks todos los empleados que se dedican a ayudarte con las maletas y a buscarte un taxi si lo necesitas. Ya se, viven de las propinas, aún así muy simpáticos sin llegar a resultar pelotas. En realidad, como con casi todo el mundo en Chicago, la simpatía y las ganas de ayudar, son una constante.
El hotel está perfectamente situado, a 3 minutos de The Magnificent Mile y a otros 10 de la mítica ruta arquitectónica en barco que no te puedes perder. Vamos, que está en pleno centro.
Qué 4 noches más buenas pasé en este hotel. Ahora nunca lo olvidaré...


