Se notan las mejoras
El pasado fin de semana estuvimos disfrutando de Ordesa, en el nuevo hotel Silken.
Se notan las mejoras y la nueva dirección. Es un Silken cuatro estrellas.
Había estado en este hotel hace unos años y ahora es mucho mejor en todos los aspectos.
Esta en la puerta del Parque Nacional de Ordesa y Monteperdido.
Pero justo al salir del pueblo de Torla-Ordesa.
Aparcamiento exterior cubierto y privado gratuito. UN LUJO.
(En Torla es imposible aparcar en el pueblo)
Recepción ágil , nos dieron toda la información, muy amables.
La recepcionista, que era encantadora habla todos los idiomas, incluso catalán.
(Tenían clientes de Australia, de Hawai, franceses... )
Habitación nueva, con cama de matrimonio Kingsize, aire acondicionado, minibar,amenities completos y de calidad, zapatillas, albornoces....
Muy grande y bonita.
Impresionantes vistas al Mondaruego.
El hotel tiene un spa, con sauna, circuito, jacuzzi, servicio de masajes, etc
Pequeñito pero muy relajante y cuidado. Además muy privado, puesto que va con reserva para evitar aglomeraciones y molestias.
Pero sin duda los puntos fuertes son el jardín y la piscina. Grande y muy cuidada.
El entorno es maravilloso , las vistas, el aire puro,... Un lujazo.
Es un hotel pequeño, de 50 habitaciones, Con lo que la tranquilidad esta asegurada.
El Silken ORDESA es conocido sobre todo por su cocina. Y lo pudimos comprobar.
Se come muy muy bien., Y por solo 15 euros.
El servicio es profesional. Maitre muy atento.
Platos contundentes como el entrecot, el churrasco, ... son geniales. Claro, las carnes de la zona son excepcionales.
Es cocina KM0, con filosofía "slowfood".
Nos trajeron unos chupitos de gazpacho de aperitivo, unas ensaladas de atún, con tomate rosa de Barbastro, carnes a la brasa y postres caseros.
Regado con un Viñas del Vero.
Tienen cocina de proximidad y potencian los productos del Sobrarbe.
Embutidos de la zona, cerveza artesana del valle, vinos del Somontano, el
pacharan artesano de Ordesa e incluso la ginebra era autóctona, con hierbas
de la zona.
Por la noche pudimos disfrutar del salón de juegos, y del bar. Tienen un barman, Pedro, especializado en cocteleria que realiza unos GT excepcionales.
Pudimos conversar distendidamente con el director, que esta atento a todos los detalles y siempre cerca del cliente. Amable, atento y muy profesional.
En definitiva, tiene las ventajas de ser un pequeño hotel boutique con encanto,
y la exclusividad de un hotel Silken de lujo.
Pudimos descansar. Comer bien. Desconectar de todo.
Visitar el Parque Nacional de Ordes, Torla y las cascadas
del Sorrosal en Broto. Impresionante .
El hotel queda a un paso de todo.
En definitiva, Buen hotel. Buena gestión.
El emplazamiento es inigualable.
Y tiene un restaurante que es famoso por su calidad en toda la zona.
Muy recomendable.