Un hotel boutique único
Cercano, casi a dos pasos del histórico Mercado de San Antonio, del que toma su nombre, encontramos este precioso y céntrico hotel que forma parte de la cadena Andilana Hoteles y que es sin duda uno de los mas hermosos ejemplos de un edificio bien restaurado y conservado, vestido con un gusto exquisito que combina la base y estructuras del antiguo inmueble con los estilos decorativos de más actualidad.
Ya desde la recepción, acogedora y amplia, que es al mismo tiempo zona de paso hacia la espaciosa zona de restauración, se percibe un toque diferente, lleno de ideas tan originales como lámparas de araña, un cómodo sofá o una enorme estantería decorada con enormes platos que hace las veces de pared a la calle. La zona de desayunos mantiene esa línea de interiorismo de manera continua, con detalles exquisitos y de muy buen gusto, en el que nos fijamos sobre todo cuando después de un reparador descanso disfrutamos de la magnífica selección de platos del buffet de desayunos. Bollería recién preparada, zumos de fruta recién exprimidos, sabrosa chacina y deliciosos quesos, un café realmente bueno y sobre todo variedad y frescura.
Subiendo un peldaño en la escala gastronómica, el mismo restaurante Market ofrece auténticas delicias como ensalada con tempura de langostinos y calabacín, parrillada de verduras frescas, risotto con cuatro quesos, trompetas de la muerte y ruca o bacalao gratinado con alioli suave de peras y mermelada de tomate, por nombrar sólo algunas especialidades que se convierten en obras de arte del sabor y la presentación de la mano de los chefs del hotel. Después de un día de emociones, visitas y compras nos retiramos a descansar a nuestra maravillosa habitación, amplia y muy cómoda, con preciosos contrastes de color y detalles en la decoración sencillos pero acertados.
Quizá mi pieza favorita sea el baño, con un espacio bien repartido y una espectacular ducha donde se podría bailar un apasionado tango. Desde el balcón disfruto del anochecer sobre la Ciudad Condal mientras pienso en todo lo que podré vivir al día siguiente. Un hotel con clase y estilo propios, bastante alejado de los aburridos y sosos hoteles de una gran ciudad como Barcelona donde lo importante es distinguirse de la competencia. Y el Hotel Market lo consigue con creces. Con toda seguridad volveré.