Dónde vamos Eva
Comodidad a buen precio
En el corazón de la villa, a 60 metros de la playa y del estanque de les Launes.
Despertarnos cada mañana y poder contemplar los bellos paisajes de las marismas camarguesas con los bellos flamencos reflejados en el agua como en un espejo, es uno de los mejores recuerdos que tengo de este sencillo y pràctico hotel.
Una opción interesante a muy buen precio. Sin grandes lujos, pero suficiente para descansar. Nos incluia un desayuno muy agradable de ricos croisants de mantequilla caseros que nos hacian despertar cada mañana por su riquísimo olor a recién hechos.
La atención es muy agradable y familiar y te hacen sentir como en casa.
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