Hotel con encanto entre Tarragona y Reus
No es ni restaurante ni hotel ni tienda de aceite ni campo de olivos: es todo en uno y es un sitio precioso. El caso es que La Boella, a medio camino entre esas dos ciudades amigas que son Tarragona y Reus, es, empezando por el principio, una finca de 110 hectáreas de olivos con dos actividades principales: la producción y venta de aceite de oliva virgen extra y la organización de bodas, comuniones y eventos variados en sus jardines y antiguas bodegas. Aunque mi visita solo consistió en una cata de aceite (y en aprender los secretos del oro líquido, que es un mundo amigos), me mostraron algunas de sus instalaciones y volví a casa con el sitio apuntado para recomendarlo a quien me pida "sitios con encanto".
En mitad de todo el complejo, para añadir aún más monería al asunto, hay dos hotelitos muy bien puestos. Trece habitaciones en total, divididas en el hotel moderno y el clásico, ambos apañados y donde cualquiera viviríamos en felicidad absoluta. Si vais bien de presupuesto (unos 210 € la noche) ni os penséis lo de la suite: ocupa toda la planta de arriba, tiene terraza y vistas a la finca.
Un lujo bonito.
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